Un matrimonio de ancianos celebraba sus bodas de oro. Mientras desayunaban juntos, la mujer pensó: “desde hace cincuenta años siempre he tenido en consideración a mi marido y le he dado la parte más tostada del pan. Pero hoy quiero disfrutar de esta delicia”. Cortó el pan y tomó dicha parte tostada para ella y le dio la otra parte al marido. Contrariamente a lo que esperaba, éste, muy alegre le besó la mano y le dijo: “querida, me has dado la mayor alegría en este día. Hace cincuenta años que no probaba la parte interior del pan que tanto me gusta. Siempre pensé que la debía guardar para ti ya que te gustaba mucho más”. Historias
InterManagement2018-02-08T18:59:55+00:0014 agosto 2015|Blog|Comentarios desactivados en Historias para el verano: 50 años de cortesía